viernes, 15 de abril de 2011

Alexandre Dumas: Los tres mosqueteros


-¡Maldita sea! No lo entiendo - dijo Porthos-. ¿Aprobáis lo que D'Artagnan acaba de hacer?
-Claro que sí - dijo Athos ; y no solamente apruebo lo que acaba de hacer, sino que incluso le felicito por ello.
-Y ahora, señores - dijo D'Artagnan sin tomarse el trabajo de explicar su conducta a Porthos-, todos para uno y uno para todos, esa es nuestra divisa, ¿no es así?
-Pero... - dijo Porthos.
-¡Extiende la mano y jura! - gritaron a la vez Athos y Aramis.
Vencido por el ejemplo, rezongando por lo bajo, Porthos extendió la mano y los cuatro amigos repitieron a un solo grito la fórmula dictada por D'Artagnan:
«Todos para uno, uno para todos.»
-Está bien, que cada cual se retire ahora a su casa - dijo D'Artagnan como si no hubiera hecho otra cosa en toda su vida que ordenar-, y atención, porque a partir de este momento, henos aquí enfrentados al cardenal.

Los tres mosqueteros, novela clave de Alexandre Dumas (padre) es, probablemente, una de las novelas de aventuras más conocidas del mundo. Probablemente más por su extensa difusión  en el cine y en la televisión que por la novela propiamente dicha. Así es como desde 1921 hasta el año que nos ocupa (en el que está a punto de estrenarse una nueva versión, en las tan de moda 3D) se han sucedido en todos los colores y formatos, distintas versiones.

Sin embargo es más extraño conocer a alguien que se haya sumergido en las casi 700 páginas de la novela. Supongo que es porque ciertas obras, han trascendido en la cultura popular a su fuente original. El extendido boca a boca y sobre todo las ya mencionadas adaptaciones, así como los típicos libros de tamaño reducido destinadas al público infantil, que varían tanto el fondo como las formas, son muy comunes en estos casos.
D'Artagnan
Todo el mundo conoce a Don Quijote, a los tres (cuatro) mosqueteros, a Peter Pan, a Alicia o a Gulliver, por citar unos cuantos ejemplos, pero en cambio menos casos hay, que siendo así, los hayan conocido leyendo a Cervantes, Dumas, Barrie, Lewis Carroll o Jonathan Swift, respectivamente.

Puedo garantizar que, venciendo los prejuicios y la pereza, quien lo haga se llevará una gratísima sorpresa, porque por mucho que conozca la historia por otros medios, el disfrute es mucho mayor y no tiene comparación alguna.
Los tres mosqueteros es, sobre todo, la historia del cuarto y futuro mosquetero: D´Artagnan, un joven que tras despedirse de sus padres en su Gascuña natal, parte con el fin de triunfar y seguir los pasos de su padre, del que hereda un caballo viejo, unas pocas monedas y el consejo de batirse en duelo con todos por la menor afrenta, exceptuando al rey y al cardenal.


Luís XIII
Cardenal Richelieu
    Es así como parte hacia París, con la carta de recomendación para M. de Treville, capitán de los mosqueteros con el fin de unirse a tan famoso cuerpo. Pero su bravura e inocencia se topa de bruces con la realidad, con la sociedad francesa, con la división y lucha encarnizada de poderes entre monarquía e iglesia. Allí conoce a los otros tres: Athos, Porthos y Aramis. De inmediato se ve metido en las luchas callejeras contra los guardias del Cardenal Richelieu, que, en principio, es el malo malísimo del asunto, y en otras muchas peripecias; la historia de los diamantes de la reina, el rapto de Constanza, las aventuras amorosas de D´Artagnan, el asedio de La Rochela, la cabalgata en pos de Milady. Diversas aventuras, unas principales y otras menores que se entremezclan, dando lugar a una de las novelas más entretenidas que uno se pueda echar encima.
El asedio de La Rochelle


En medio de esos lances y como telón de fondo pero a su vez línea argumental principal, o sea, el meollo de esta historia, se nos muestra el conflicto entre, Armand-Jean du Plessis, o sea, el Cardenal Richelieu, verdadero gobernante del país, el joven y tarambana monarca Luís XIII, y una reina, Ana de Austria que pasa su tiempo intrigando contra el país que gobierna, o bien con España, su país de origen, o bien con Inglaterra, con el duque de Buckingham, gobernante “de facto” de ese país, al que ama secretamente y que la pretende de forma descarada.



Ana de Austria

Es así como Dumas nos introduce, en una época apasionante en que los sujetos que danzan por la historia, tienen casi todos una doble moral, un lado oscuro, hipócrita, conspirador, mentiroso, canalla, etc., etc. Una época en la que la inocencia no parece la virtud de ninguno de ellos, y con esto englobo a los protagonistas que titulan la novela; los  amores secretos de Aramis, mosquetero sólo por accidente, cuya vocación dice ser la religión, los nada secretos amores de Porthos, con la esposa de un procurador a la que extorsiona vilmente para conseguir la pasta del marido, el amor perdido de Athos, que habiendo descubierto la marca de la traición en su reciente y joven esposa, la mandó ahorcar.


Así se nos presenta a cuatro caballeros sin mácula aparente y de honor intachable pero que no dudan en pegar a sus sirvientes, saltarse la ley a placer, vengarse si la afrenta lo requiere, despreciar al pueblo, asesinar, mentir…en definitiva, el día a día y la mentalidad del siglo XVII, época de los mosqueteros.

Los tres mosqueteros según el propio Dumas, se basó de unos manuscritos que encontró en Marsella llamados Memorias de señor D'Artagnan, teniente capitán de la primera compañía de los Mosqueteros del Rey por Gatien de Courtilz de Sandras. Es anecdótico que hoy día todavía figura en la biblioteca en que fue extraído la ficha de préstamo de este libro, que Dumas se llevó a París y no devolvió.


A quienes engatusen las peripecias de D’Artagnan y sus camaradas, esta es la primera de una trilogía dedicada, en especial al joven gascón. Las novelas que le suceden son Veinte años después y El vizconde de Braguelonne

2 comentarios:

  1. este libro también le tengo pendiente... lo que digo siempre, si es que no tengo horas en el día para escuchar discos, leer libros, ver cine... necesito varias vidas de millonario jejeje
    un abrazo: Chato

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  2. ESTE LIBRO ES REALMENTE BUENO, UNO NO SE IMAGINA QUE LA HISTORIA PUEDA TENER TANTAS INTRIGAS, ALEGRÍAS Y TRISTEZAS. RECOMENDABLE EN TODOS LOS ASPECTOS. BUENÍSIMO SIN DUDA ALGUNA.

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