viernes, 18 de marzo de 2011

Enrique Jardiel Poncela: Cuatro corazones con freno y marcha atrás

"Hay dos sistemas de conseguir la felicidad: uno, hacerse el idiota; otro, serlo".


Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901-1952), es para mí uno de los mejores autores españoles del siglo XX. Se podría considerar parte de la Generación “B” del 27…o la otra generación es decir, la de escritores populares, castizos (Tono, Mihura, Neville o López Rubí).

“Todo el mundo se suicidaría, si después de suicidarse se pudiera seguir viviendo”.

 La crítica fue muy dura con él, de hecho, Jardiel Poncela solía escribir él mismo las críticas de sus propias obras de teatro antes de estrenarlas, anticipándose a lo que escribirían de él los críticos y cronistas.

Autor maleado y vetado, tanto por la República como por el Franquismo. Vivió un año en Hollywood, escribiendo guiones para la Fox, colaboró asiduamente en prensa, pero sobre todo destacó por sus novelas, y principalmente y por sus obras de teatro.

"Cuando mejor se finge es cuando lo que se finge se finge de verdad".
Las dos características que mejor definen su obra, para mí, son: el humor y lo inverosímil.

Se le puede considerar el predecesor del teatro “absurdo” que desarrollaron con éxito Ionesco o Samuel Beckett, principalmente, después de la Segunda Guerra Mundial.

"Toda sociedad es un organismo podrido que se conserva gracias al hielo de la hipocresía".

Murió de cáncer, arruinado y en gran medida olvidado, a los 50 años, pero a día de hoy se siguen representando sus obras y muchas de ellas han sido llevadas al cine, así como que, como suele pasar, lo que le negó la crítica de su tiempo se lo reconoce la de ahora.

"La juventud es un defecto que se corrige con el tiempo".

Esta es una pequeña presentación a este autor, pero seguramente tendrá en el futuro más entradas en el blog y será un asiduo. De momento recomiendo una de sus obras de teatro más conocidas y divertidas: 
Cuatro corazones con freno y marcha atrás – titulada, en principio, ‘Morirse es un error’- fue estrenada en 1936. Cuenta la historia de cinco personajes sometidos a un experimento del doctor Bremón consistente en tomar unas sales que éste ha inventado y que paralizan la edad de quién las ingiere, una suerte de elixir de la eterna juventud pero el descubrimiento lejos de proporcionales la dicha que esperan a los personaje, desencadena en ellos una serie de reflexiones, miedos y absurdos por los que pronto se arrepienten. Es una comedia de enredos con los típicos personajes entrando y saliendo de escena, es cuanto menos uno de los libros más entretenidos con los que pasar un rato agradable y desternillante. 

Lo leí durante un viaje que duró demasiado y tuvo demasiados imprevistos y puedo asegurar que si eso sucede y tienes a mano un libro de Jardiel Poncela, todo tiempo se pasa volando y las risas suplen todo lo demás.

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